29 de septiembre de 2010

Camino de Santiago desde Argamasilla.

Victoriano y Joaquín, tío y sobrino, rubrican el camino de peregrinación manchega hacia Santiago de Compostela por la Cañada Real Soriana
  Una buena ocasión para traer a colación el universal poema de Machado ‘Caminante no hay camino / se hace camino al andar’ es el relato del viaje en bicicleta, de 1.200 kilómetros, que realizaron este verano Victoriano Arias y Joaquín Castellanos, entre Argamasilla de Calatrava y Santiago de Compostela. Porque bastante antes de enlazar con el tradicional ‘camino francés’ de la secular ruta peregrina, estos dos hombres, uno jubilado de 70 años de edad y el otro policía local en la localidad rabanera, hubieron de abrir el que se podría denominar itinerario castellano-manchego hasta la capital gallega. A ambos protagonista les unen nexos familiares. El uno es tío del otro y fue del veterano, precisamente, de quien partió tan particular iniciativa. Muchos castellano-manchegos hacen cada año el camino de Santiago, pero cubrirlo íntegramente desde esta parte de la provincia era muy distinto. El

objetivo era enlazar el Valle de Alcudia con las tierras coruñesas, utilizando fundamentalmente la no menos tradicional Cañada Real Soriana, por la que tantas reses de ganado han cruzado, centuria tras centuria, buena parte de esta piel de toro persiguiendo las bonanzas estacionales de cada latitud.
 Sobre el papel la ruta fue preparada a conciencia, documentando el trazado a través del Instituto Geográfico nacional y la aplicación informática SIGPAC. Pudieron comprobar así que muchos caminos estaban bien y que, uno tras otro, permitían enlazar prácticamente con el camino francés, discurriendo también a través de la vía trashumante riojana. Y gracias a ello su inicio era ya sólo cuestión de determinar fechas, fundamentalmente en el periodo vacacional de Joaquín, cuya conversación sirve de hilo conductor a este apasionante relato.
“Además de tener promesa, con una gran devoción al apóstol Santiago, él quería hacer el camino desde su tierra”, apunta el sobrino. Así lo pretendía Victoriano, a quien también movía el interés de que Castilla-La Mancha estuviera implicada de manera efectiva en una ruta hasta Santiago de Compostela. Por eso preparó incluso alguna tablilla indicativa que fue colocando a lo largo de un trasiego surcado pedalada a pedalada. De hecho, “la intención ha sido también reivindicar el rescate de estas cañadas tradicionales” y aprovechar un itinerario hasta Santo Domingo de la Calzada [La Rioja], localidad donde se enlaza con la ruta francesa conducente de manera inequívoca hasta Santiago.
 
Por eso, tras la planificación previa concienzuda que únicamente dejaría a la provincia albaceteña sin pisar y teniendo en cuenta que no llevarían ni coche de apoyo ni GPS, los peregrinos se echaron al camino sin más cosa que el equipaje que podía transportarse amarrado a la bicicleta, barritas energéticas y, sobre todo, mucha bebida isotónica y agua. La salida se tomó finalmente en el entorno del santuario de la Virgen del Socorro, inicialmente para cubrir jornadas sueltas de dos y cuatro días respectivamente. En total acabarían siendo 28 las etapas cubiertas que, ya de una manera continuada, se prolongaron del 7 al 31 de julio.
A pesar de tan imprescindible meticulosidad, al final sobre el terreno hubieron de realizarse algunas modificaciones de itinerario, lo que pone en valor los versos del poeta sevillano antes citados. La mayoría de estas situaciones se produjeron en territorio castellano-manchego. Hubo un día en el que “literalmente nos quedamos sin camino, en medio de un pedazo”, dice este agente de la autoridad. Portaban mapas y trazados escritos sobre los tramos previstos, pero ello no resolvía la posibilidad de que la cruda realidad se hubiera fagocitado la ruta. Ejemplos extremos al margen como el mencionado, capaz de hacer que “ese día lo pasáramos un poquillo fastidiados”, lo cierto es que “hay tramos muy bien conservados de la Cañada Real Soriana”.
A las vicisitudes imprevistas se sumaban en este avance hacia el noroeste peninsular el hecho, sabido de antemano, de que entre población de salida y de llegada podía haber bastantes más kilómetros de los aconsejables para pernoctar. A diferencia del camino de Santiago francés, que está jalonado de no pocas variantes hosteleras y de posibilidades de alojamiento, en el ir por los caminos de estas tierras de Castilla se hacía preciso el completar los planes previstos. Por eso llegaron a cubrir jornadas, en pleno verano, de algo más de 60 kilómetros y sin otra compañía que su sombra, el paisaje y la avifauna que les distraía en su rutina sobre la bicicleta.
Su llegada a esos pueblos diseminados se convertía, al parecer, en un acontecimiento. Refiere Castellanos al respecto cómo “la gente era muy amable y especialmente cuando les decíamos que íbamos con destino a Santiago de Compostela; esa forma fenomenal de comportarse con nosotros la tenemos también como una experiencia muy buena”. En algunos casos, los propios del lugar mostraban la extrañeza de recibir en sus calles a semejante par de peregrinos de miras compostelanas, por la sencilla razón de lo nada habitual de esta acción. “Algunos nos llegaban a decir que por ahí no se iba a Santiago” pero, tras las necesarias explicaciones, la sorpresa daba lugar a la alegría de que hubiera personas con tal menester, atravesando su tierra. Incluso algunos vecinos, especialmente los de mayor edad, les recomendaban si eran buenos sus planes para seguir adelante o era más aconsejable tomar alguna alternativa para evitar lo malo del trazado.
 
Y poco a poco, estos quijotes sobre dos ruedas fueron cubriendo su empresa. Fuentidueña de Tajo, ya en la comunidad madrileña pero limítrofe a la castellano-manchega, fue el punto de salida definitivo, sin vuelta atrás. Desde ahí cruzarían las provincias de Guadalajara, Soria y parte de La Rioja, llegando a Santo Domingo de la Calzada para, desde ahí, pasar al ansiado camino francés.
En este definitivo punto de inflexión la afluencia de peregrinos sí quedaba patente, “principalmente extranjeros, porque españoles eran muy poquitos los que había”. Franceses, italianos, alemanes, belgas y holandeses eran los que más presencia tenían en este emplazamiento riojano, a los que ya se uniría el grueso de españoles al alcanzar Ponferrada (León), que queda a algo más de 200 kilómetros del destino. Cuando tomaron contacto con ese crisol de nacionalidades pudieron comprobar con grata sorpresa que muchos de esos foráneos “venían también desde su pueblo, igual que nosotros”. 
 
Especialmente les llamó la atención casos como el de una sueca que transitaba a pie con sus dos hijas, gemelas, de seis años y con sus respectivas mochilitas. También guardan un grato recuerdo de un holandés que venía desde su tierra y que se interesó acerca de si tenían algún problema cuando tío y sobrino descansaban, “lo que deja patente la preocupación de todos los que comparten esta experiencia por hacer que lleguemos bien al final”.
Amistades también trabaron, especialmente con dos catalanes y con dos gaditanos, padre e hijo y otros dos chavales bilbaínos, con los que se fueron encontrando a lo largo de la ruta definitiva. Y no olvidarán a una familia integrada por los padres y sus cinco hijos, así como a un joven ciego que hacía la ruta junto a sus parientes, en este caso agarrando por los hombros a su padre para no perder vereda y que hacían dos etapas diarias, con una media de 45 kilómetros a pie. “Aquello nos maravilló por la fortaleza psíquica y el fondo físico que demostraban”. También se cruzaron con quienes deshacían el camino una vez alcanzada la meta gallega.
Planificación diaria Cada jornada se iniciaba lo más temprano posible. De hecho “nos levantábamos sobre las seis de la mañana, salíamos una hora u hora y media después, después de dejar listo el equipaje y prepararte tú mismo y procurábamos cubrir de 40 a 50 kilómetros, dependiendo de la jornada que nos pillara”. El ritmo, en todo caso, lo marcaba su veterano compañero, pues la diferencia de edad repercute de manera distinta en cada físico.
 
El objetivo era dormir siempre a cubierto y en lugares adecuados para poder descansar de verdad y tomar con energías renovadas la jornada siguiente. Si en Castilla-La Mancha el descanso los hicieron en hoteles u hostales, la amplia oferta que en este sentido había en el camino francés posibilitaba la prolongación de los planes iniciales de distancias parciales a cubrir, siempre ya en función de las fuerzas restantes.
“La mayoría de días, salvo excepciones, íbamos llegando a destino entre las dos y media y las tres y media de la tarde”. Pero antes de alcanzar la autovía peregrina se les dio el caso de llegar incluso a las ocho de la tarde, “porque nos pilló un camino que no conocíamos, en el que tuvimos problemas porque tenía muchísimas cuestas o estaba mal”, en algunos casos verdaderos “pedregales”; a eso habría que sumar la gran distancia entre localidades. Por eso, fueron los primeros días de la gesta “los que peor lo pasamos”.
 
Aunque el calor también hacía mella, no hay que desdeñar esas tormentas estivales que, aunque cada vez menos frecuentes, sí les dejó en una ocasión “como una sopa” conforme lo cuenta Joaquín, viéndose sorprendidos por una riada poco antes de llegar a Herencia. “En media hora descargó lo que no está escrito”, de manera que ni siquiera el socorrido chubasquero les pudo proteger, ni los impermeables hacer lo propio para con su equipaje.
Otros avatares acontecidos tuvieron que ver con la propia mecánica de sus ecológicos vehículos. Joaquín, que se desplazó sobre una bicicleta híbrida que aunque no es de montaña sí monta las ruedas apropiadas para esta modalidad, sufrió varios pinchazos. Afortunadamente ninguno de ellos le causó caídas, como la sufrida por otro ciclista con el que se encontraron y que no pudo evitar irse al suelo en uno de esos descensos de puerto con gran pendiente y que, en ese otro caso, provocó su evacuación en ambulancia.

Su tío Victoriano, que sin embargo no se vio afectado por pinchazo alguno, sí hubo de comprar una bicicleta completamente nueva porque a la que venía usando desde la salida  se le partió parte del manillar y no tenía arreglo. Fue en Santa Cruz de la Zarza, en tierras toledanas.
Sensaciones En un viaje de estas características se reproducen numerosas sensaciones, entre sinsabores y satisfacciones. Algunas ya han quedado reflejadas en párrafos anteriores pero queda por hablar de lo que se desencadena cuando se pisa, al fin, Santiago de Compostela. “Al llegar se tiene una emoción bastante grande, alegría y también la satisfacción de decir al final lo he conseguido, a pesar de los problemas encontrados, de las complicaciones del camino”, tal y como explica Joaquín. 

Además, el simple hecho de vislumbrar a lo lejos el Obradoiro y la ciudad compostelana ya conmueve. Hay que tener en cuenta que “son 28 días también separado de la familia y te dices que al fin has llegado, que has cumplido el objetivo y que ya dentro de dos o tres días estarás en casa”.
“La verdad que el camino, como dice gente, te cambia. No sé si se llega a tanto, pero sí te sensibiliza sobre ciertas cosas porque ves realmente qué capacidad tenemos las personas de hacer algo y que hasta que no te pones a ello no te crees capaz de hacerlo”, apunta el sobrino personalizando esta sensación en la figura de su tío. “Él decía que a su edad nunca se hubiera imaginado poder hacer esto, aunque claro, a él se le apreciaba más el cansancio, sobre todo en las piernas”, pero la mera satisfacción final de ver superados tantísimos kilómetros y con etapas duras en las que hubo momentos en que se tenía que bajar y seguir andando, curaba toda consecuencia física.
Y en los ámbitos de la espiritualidad, lo cierto es que estos manchegos cubrieron con el protocolo habitual en el templo dedicado al patrón de España. Como ya se apuntaba, el tío tenía la promesa de hacer este camino muy especialmente por las convicciones religiosas. A lo largo de la ruta, ambos, que profesan la religión católica, tenían ocasión de asistir a la misa de peregrino. Pero en definitiva “ves que hay quien lo hace por fe y otra mucha por deporte, por recorrer el camino o por turismo”.
 Una vez rubricado el reto, el objetivo de Victoriano Arias es dar a conocer esta ruta manchega para que pueda engrosar el bagaje caminero hasta Santiago de Compostela o, como se dice ahora, ponerlo en valor. Ya durante el viaje, tuvieron ocasión de hablar con concejales de los municipios en los que recalaban, entusiasmándoles con la posibilidad de hacer de su localidad parada y fonda del itinerario. Para ello será imprescindible que este veterano emprendedor se ponga en contacto con la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La Mancha.
Y entre tanto llega este otro fruto de la gesta, el tío de Joaquín ya piensa en su próximo reto: hacer nuevamente la ruta aquí relatada, a pie.




25 de septiembre de 2010

Nueva farmacia

Los vecinos del Residencial de los Encinares ya cuentan con una nueva farmacia.
Argamasilla de Calatrava cuenta ya con una nueva farmacia en su término municipal.
Situada en el Residencial de los Encinares, concretamente en la calle Castaño 6, ha sido instalada por la farmacéutica María del Carmen Moreno Pizarro, quien ya ha abierto la botica en este barrio rabanero.
Podeis ver la noticia completa en: 
http://www.oretania.es/los-vecinos-del-residencial-de-los-encinares-de-argamasilla-de-calatrava-ya-cuentan-con-una-nueva-farmacia/

19 de septiembre de 2010

Pueblos

Pueblos del Valle de Alcudia, 5. El periódico de los pueblos del Valle de Alcudia y Sierra Madrona
El grupo de Comunicación Oretania, ofrece un servicio, gratuito, merced al cual podreis recibir cómodamente en vuestra dirección de e-mail las publicaciones periódicas  en formato PDF.
Podeis indicar la dirección a la que os las pueden enviar en: digitales@oretania.es

16 de septiembre de 2010

Pregón 2010

Fiestas Patronales Argamasilla de Calatrava 2010
Pregón
Sr. Alcalde y autoridades presentes, familiares y amigos, rabaneras y rabaneros, en fin, paisanos y gentes de bien, muy buenas noches:
Haría flaco favor al saber popular desoyendo el dicho: de bien nacidos es ser agradecido. Por ello, lo primero, es agradecer la oportunidad de dirigirme a ustedes, a vosotros, en un día tan señalado como este. Es un honor y un orgullo. No sólo me honráis a mí, también honráis a mi familia. En nombre de todos ellos y del mío propio, de nuevo gracias.
Al viejo tendero del bazar de todo a cien que hay cerca de nuestra casa le he oído decir en más de una ocasión que las palabras elegantes no son sinceras y que las palabras sinceras no son elegantes. Hago mío su chascarrillo y me aplico el cuento. Espero y deseo que mis palabras, esta noche, aún siendo sinceras no pequen de vulgares.
La Corporación Municipal, y el alcalde en su nombre, se pusieron en contacto conmigo, hace ya unas semanas, para honrarme con una petición: dar el pregón y anunciar así el comienzo de las fiestas patronales en honor de la Virgen del Socorro. ¡Jamás lo hubiese imaginado! Y yo que de pequeño padecí anginas en grado superlativo, lo que explicaría cierto deterioro mental, accedí con sumo gusto, eso sí, sin apenas detenerme a pensarlo unos segundos. Pasados los días les confieso que no sé si obré con el juicio necesario o tendré que lamentar en el futuro la osadía de la empresa. Incluso intenté contactar con el señor alcalde para excusarme. Pero es un hecho cierto que no lo hice. Me faltó valor o decisión, no sé. Aunque yo, más bien, prefiero pensar que acepté gracias a la educación recibida de mis padres enfocada siempre a buscar el lado positivo de las cosas. NO, que tendría que haber sido mi respuesta, es una palabra demasiado rotunda y redonda. Publio Terencio, comediógrafo latino, decía que NO implica siempre la negación de lo probable, en tanto que SÍ era un viento fresco de esperanza y oportunidad. Y Virgilio entre los versos espirituales y cuidados de sus obras escribe: “Persevera sí, olvida el no y espera un mañana mejor”. Y si Virgilio y Publio Terencio lo dicen, ¿quién soy yo para plegarles la mayor?
De modo que resuelto y animado a cumplir con el encargo, lo primero que hice fue reflexionar sobre qué escribir. Al menos disponía del elemento desencadenante, aquél que con el curso del tiempo se convertirá en el sustento de la trama. Este elemento, este mágico mecanismo, era EL PREGÓN, así en mayúsculas y en negrita. Buscaría una buena definición. Sí, sería un buen comienzo y me ayudaría a dar cuerpo al concepto. Elegí la segunda acepción del diccionario enciclopédico ESPASA que es el que tenemos en casa. Y cito textualmente: “Pregón: Discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se invita a participar en ella.” Y entonces tuve la primera implosión intestinal (un castizo diría que me había “cagao pa dentro”)
Yo, Hipólito Calle Soriano, quien les habla, que siempre procuré mantener cierta distancia con fiestas y celebraciones pues ni me gustaban especialmente cuando imberbe e inmaduro recorría las calles del pueblo ni me gustan ahora ya veterano y algo añejo; yo, que procuraba en las mismas pasar desapercibido y ausente sino embriagado o levemente achispado y que si hacen un poco de memoria comprobarán con estupor que apenas me han visto participar activamente en ellas; yo, repito, tenía que ser el encargado de invitarles a ustedes a participar. ¡Qué ironía! Y además tenía que hacerlo o al menos intentar hacerlo a través de un “discurso elogioso”. ¡Qué doble ironía! Esa fue la primera vez que tomé el teléfono con la clara intención de renunciar. Pero no lo hice. El mundo no está hecho para los cobardes. Debía por tanto seguir adelante. Y seguí. Alejé de un manotazo el volumen del ESPASA, me serví un vaso de leche fresca semi – desnatada con doble ración de Cola – Cao y me dije: Poli, que no se diga nunca jamás que un Calle Soriano se ha “cagao pa dentro”. De modo que déjate de tonterías y a escribir que es lo tuyo. Y me puse manos a la obra.
Creí entonces acertado iniciar el “discurso elogioso”, entre comillas, hablando de mí y de mi relación con el pueblo. Muy original como pueden comprobar. Y se me vinieron a las mientes, como diría mi buen amigo el dramaturgo Domingo Miras, los años del parvulario y la escuela de los cagones. Y me acordé de la Piedad y del mudo cuando vivíamos en la calle Nueva; y recordé también el miedo que nos daba la Piedad cuando salía con su escoba y nos gritaba a mi primo y a mi eso de si ya habíamos vuelto a España. Porque España, para esta buena mujer, era los límites geográficos del pueblo, su pueblo. Y todo lo demás una tierra inhóspita y yerma. La Piedad y el mudo eran en sí mismos un universo entero por descubrir. Y después me acordé de juegos en la plazuela de los Santitos y de una clase, creo recordar que el profesor se llamaba Don Delfín; y también se me mezclaban imágenes del parque, y de carreras y de risas y del fútbol, y de tener que besar siempre a las amigas de mis abuelas, que en paz descansen, y de como pinchaban mis mejillas con sus besos. Esas mujeres tenían fuerza y nervio y unos bigotes como los de un comandante de infantería.
Luego me hice mayor y se me vinieron otras imágenes. En algunas de ellas ya había chicas, pero todavía eran las menos. En otras estaba con los antiguos amigos en el local del Círculo Juvenil; y me acordé también de AISEA, el grupo de teatro y de cómo fue seleccionado para representar a esta región en un encuentro Nacional de Teatro que tuvo lugar en Mérida. Y claro recordé los ensayos en un viejo local que decían de los Comunistas donde pasábamos más frío que vergüenza. El local estaba frente al antiguo Chaplin, hoy creo que la ampliación del centro de mayores ocupa ese lugar; y me acordé del Chaplin, por supuesto, de su música, del ambiente, ¡como no! y de un beso clandestino, pero lo del beso si me lo permiten me lo quedo para mí que no creo yo que tenga mucho que ver con esto del pregón. Y recordé una vez unos torpes pasos de baile en un patio mientras no paraba de nevar. Y entonces pensé que se necesita muy poco para ser feliz. Y volví a ver a mis viejos amigos del Círculo y me entristeció confirmar que el tiempo lo mancha todo y no pude dejar de repetir en mi cabeza los versos de una antigua canción, esos que dicen: “¡Cómo hemos cambiado, qué nos ha pasado, qué lejos ha quedado aquella amistad!”. ¡Ah, sí! Y me acordé del Tani y de sus canciones; y recordé de cómo me llamaba POLIWI, gritándolo por las calles mientras inventaba versos con acordes de fandango y a ritmo de bulerías. Y recordé también su manera de ver el mundo, esa nube fosforescente de imágenes en movimiento, que años más tarde me inspiraría un personaje en una de mis obras de teatro. Los recuerdos se atropellaban en mi cabeza. Pero repasando lo escrito me di cuenta de que a lo mejor había exagerado alguna cosilla.
La nostalgia, ya se sabe, se construye a base de gruesas pinceladas y es parca en detalle. En griego “regreso” se dice nostos. Algos significa “sufrimiento”. La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. ¿Y qué son los recuerdos si no el sufrimiento causado por la imposibilidad de regresar al pasado, de detener el tiempo? Además, empezaban a asomar por los entresijos de mi mente otros recuerdos que ya no tenía claro si habían tenido lugar en el pueblo o eran meras ensoñaciones de paseante solitario. Hay que entenderlo. Como consecuencia del trabajo itinerante de mi padre la nuestra era una familia nómada. Unos años estábamos aquí y otros en la otra punta del país. No era, pues, difícil de entender que la bruma de mi memoria reinventase pasajes y mezclase geografías. Por ejemplo, había una evocación constante al mar. ¿Qué pintaba el mar en todo esto? Sí, quizá la idea de iniciar el pregón hablando de mí y de mi relación con el pueblo era buena, pero ahora no estaba del todo seguro. Era más que probable que muchos de esos recuerdos apenas si fueran momentos sublimados, borrosos, sacados a destiempo del cementerio del alma. Quizá nunca hubo un beso clandestino en el Chaplin y jamás existiese un local de ensayo en lo que hoy es un centro para mayores. Desde luego las amigas de mis abuelas no eran comandantes de infantería. Y, ¿quién era el Tani? ¿Existía de verdad? ¡Vaya, con lo bien que parecía ir todo! Decidí que lo mejor sería no hablar de mí. Pero de algo o de alguien tendría que hacerlo. Era el momento de atarse los machos, de no dejarse vencer por el desánimo. Sin duda alguna era el momento de cambiar de bebida. Me pasé a la leche entera y opté por el Nesquik. ¡Eso sí que era fuerte! Momentos antes había tenía el segundo amago de llamada telefónica. Pero luché contra la tentación. Y, contra todo pronóstico, volví a ganar.
Creí entonces acertado, dado que el tema de los recuerdos era confuso y resbaladizo, dar un drástico giro a la historia abordando el encargo desde una nueva perspectiva, metodología muy usada en la arquitectura dramática. Aprovechando mis estudios en antropología podría hablarles a ustedes de la fiesta pero desde una perspectiva antropológica & cultural, es decir, pensé que sería un buen momento significar el acontecimiento festivo dentro de una figura histórica y singular. ¡Les puedo prometer y les prometo que debió ser la mezcla explosiva de la leche entera y del Nesquik porque a mí de ordinario no me da por esas cosas! Pero, ¿qué quieren que les diga? Fue pensarlo y sin darme cuenta aparecieron ante mi los escritos e impresiones del Teniente de Cura Don Pedro Gaona de la Calle y por él supe, entre otras cosas, que la controversia referida al origen del nombre de nuestro pueblo es muy antigua pues incluso en las Relaciones Topográficas de Felipe II redactadas a mediados del siglo XVI se afirma que no hay quien sepa por qué se llama así. Pero supongo que eso ustedes ya lo saben. De lo que, al parecer, no había duda alguna era que el término rabanero, ese extraño gentilicio con el que nos conocen en el resto del mundo, obedecía a la calidad de los rábanos cultivados en esta tierra. Y escribe Don Pedro además pletórico de orgullo que no sólo surte el municipio de rábanos a esta provincia, sino incluso los conducen por cosa especial a Sevilla y Cádiz. Y quién sabe, pensé yo, si al nuevo mundo. Y por un momento se me vino a la cabeza la imagen de un Hernán Cortés comiendo rábanos de Argamasilla mientras entra victorioso en Otumba tras sangrienta batalla contra los aztecas. Y debo decir que la lectura del Discurso de Don Pedro me parecía interesante y amena, pero… me quedaba lejana, fría, no sé cómo explicarlo. No acababa yo de encontrar muy clara la relación del pregón con los rábanos. Había algo vacío, insustancial, casi incorpóreo, metafísico e invisible. Y entonces recordé un breve estudio etnográfico de Victor Turner en el que menciona que los balineses distinguen los días en dos grandes clases, unos son los llenos y otros los vacíos, unos son los señalados y otros no. Los períodos entre unos y otros no sólo no se destacan sino que son considerados “invisibles”. No existen. Y yo no podía aceptar que este día quedara como un día invisible. Era mi responsabilidad hacer de este día un día señalado y no veía yo muy claro cómo hacerlo hablando de rábanos. ¿Qué tenía todo esto que ver con el famoso, recuerdan, Discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se invita a participar en ella? Nada. No tenía nada que ver. La angustia se cebaba conmigo. Si la leche entera y el Nesquik no habían podido darme fuerza y ánimo, la cosa, desde luego, pintaba muy mal.
De modo que circunspecto y cariacontecido, con sudores fríos y ligeros temblores en las canillas por la proximidad de las fechas y la ausencia de un discurso digno, rumiaba mis penas en silencio cual apesadumbrado bedel de ministerio. No había más remedio, al menos así los acontecimientos lo anunciaban, tendría que renunciar. Empezaba a notar los síntomas de un ataque de ansiedad. Decidí, por tanto, tumbarme y descansar. Agarré una bolsa de plástico e inicié, con calma pero sin pausa, una serie de grandes inspiraciones con el fin de hiper ventilarme. No sé cómo ni cuándo pero me quedé dormido. Y entonces ocurrió. En mi sueño, de la nada surgió la figura contrahecha de mi buen amigo Mishima, Yukio Mishima. Yukio venía, como de costumbre en mis fantasías, con las tripas fuera y la cabeza bajo el brazo consecuencia de esa extraña y salvaje tradición japonesa de hacerse matar por el rito del seppuku. Después del marcial saludo le conté lo que me ocurría y tras unos segundos de serena y silenciosa reflexión, con su característica voz grave y profunda, de la cabeza de Mishima surgieron estas palabras que aún hoy, al recordarlas, me estremecen: “Poli quien ama sus orígenes no puede ni debe ceder con facilidad a la tentación del desarraigo. Los orígenes, Poli, recuerda que la respuesta a tus preguntas está en los orígenes. Escribe sobre los orígenes.” Y nada más decirlo Mishima desapareció con la misma rapidez con la que había aparecido.
Desperté de golpe como si un gigantesco oso me hubiese agitado el cuerpo. Temblaba y respiraba con dificultad. Quizá porque tenía la bolsa de plástico sobre mi cabeza y a poco si me asfixio. Fue como una sacudida, un impacto. ¡Claro!, ¿cómo no me había dado cuenta antes? Los orígenes, la respuesta siempre está en los orígenes. Celebramos la fiesta pero en realidad celebramos los orígenes. Honramos con la fiesta la memoria de aquellos que nos precedieron. Somos el presente porque un día, no muy lejano, un pretérito efervescente, surgido entre la niebla de la memoria, nos precedió. Son los orígenes. Nuestra voz es la misma voz de nuestros antepasados, la de nuestros ancestros. Celebramos la fiesta para conmemorar el rito, un tiempo de magia consagrado a la concordia. Celebramos la fiesta por y para nuestros hermanos, por los que un día fueron y hoy son memoria viva en nuestro corazón y en nuestra cabeza y por aquellos que un día serán. La fiesta es la vuelta a un pasado que se repite y se repite eternamente. Sí, que estúpido y que arrogante había sido. Pudiendo hablar de los orígenes sólo me preocupaba hablar de mí. Claro, es posible que aprovechando mi condición de escritor, yo podría haberme contentado con escribir un panegírico festivo, algo sencillo, terrible como la fatalidad, construido un poco de gozo, de rutina y de lágrimas. Algo donde las palabras ocupasen un lugar preferente, con la intención de afirmar, por ejemplo, que la vida en fiesta es aceptarla a pesar de su finitud e imperfección. Es verdad, a lo mejor hasta podría construir un enjambre de palabras coronada de bellos y sonoros adjetivos con los que dar color y endulzar los pasajes de una vida aprovechando los límites de la geometría emocional. Describir con precisión casi cirujana ciertos momentos que guardo en mi memoria sobre un pasado arcaico y perenne. O relatar con cierta gracia indolente una sucesión más o menos afortunada de vivencias personales por las calles de este pueblo para hacer de este pregón un lugar común y emotivo, tierno y atractivo. Pero me temo que la gramática emocional apenas si lograría rozar una mínima parte de la emoción que experimento en estos momentos al ver a mi familia, a mi mujer, a mi hija, y al recordar a aquellos que hoy no están.
Hamlet confiesa al final de la escena V a su buen amigo Horacio: “Existen cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que desbordan tu filosofía” Yo añado que hay cosas tan grandes en el universo de las emociones que las palabras jamás podrán abarcar. No hay adverbio, adjetivo, pronombre o sustantivo, tan fuerte y dinámico, que contenga una mínima parte de la inmensa gratitud que les debo a mis orígenes. ¿Qué palabra o palabras tendría que usar para hablar de mi familia? ¿Con qué palabra o palabras podría demostrar mi respeto y gratitud hacia mis padres? Thomas Fuller decía que la astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda. Mi verdad son mis orígenes y ningún artificio literario podría vestirla mejor.
Mishima tenía razón como de costumbre. Yo no tendría que hablar ni de mí ni de mi relación con el pueblo. Yo tendría que hablar de mis orígenes. Y para hablar de mis orígenes tendría que empezar hablando de mis padres. Gracias a ellos estoy hoy aquí. Ellos son en realidad los artífices de este encuentro y de esta celebración. No yo. Gracias a mi madre porque siempre supo estar a nuestro lado cuando más la necesitábamos. Jamás desfalleció y hasta en los peores momentos tuvo siempre una palabra agradable para nosotros. Gracias a mi padre porque trabajó sin descanso todos los días de su vida buscando un mañana mejor para nosotros. En nuestra casa nunca faltó nada. Mi padre me enseña día a día que uno se puede enfrentar a la vida sin temor y que el oscuro pasado puede transformarse en un soleado porvenir. Y eso es lo que yo intento enseñarle a mi hija. ¡Nada está escrito! Nosotros somos la pluma, los días el papel en blanco. Y gracias también, cómo no, a mi hermana porque con ella a mi lado los momentos turbios fueron mucho más agradables y soportables. ¡Qué gran suerte tengo de tener una familia como la mía! Sí, ellos son mis orígenes más inmediatos. Pero no puedo ni quiero olvidarme de aquellos que hoy ya no están. Hablo de mis abuelos y abuelas. Gracias a mis abuelos, a los que sin conocerlos en vida, los llevo en el corazón y en la sangre. No puedo perdonar a la muerte desatenta el que me los arrebatara sin haber cruzado con ellos apenas unas risas. Gracias a mis abuelas, dos mujeres enormes a las que sí tuve la inmensa suerte de conocer. No hay océano tan grande para albergar ni la mitad de su cariño o la décima parte de sus besos. Sí, en los orígenes estaba la respuesta. Y yo queriendo ejercer de escritor, calentándome la cabeza con ideas peregrinas y alocadas. ¡Qué razón tenía el bueno de Mishima!
Y llegados a este punto no me queda más que desearles, de todo corazón, unas felices fiestas. Pero no olviden los orígenes. Cuando el desaliento y el cansancio aparezcan, porque el año es muy largo, detengan su camino, tomen aire, dirijan su mirada al horizonte y traten de pensar en sus orígenes. No tengo la menor duda de que la sonrisa se dibujará en sus caras en apenas unos segundos. Muchas gracias y busquen la belleza en todo cuanto les rodea.
Gracias Poli por compartirlo. 

13 de septiembre de 2010

Fin de Fiestas Patronales

El ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava repartió en torno a 10.000 raciones en la degustación de platos típicos manchegos estas fiestas
 Argamasilla de Calatrava se despidió ayer domingo de sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Socorro. En total, han sido seis jornadas festivas cargadas de actividades y donde, sin duda, el sentimiento peñero de los rabaneros ha estado presente en las calles de la localidad. “Un año más las Peñas han disfrutado y han hecho a todos disfrutar, porque en resumidas cuentas, de eso se trata; de que los vecinos se diviertan durante las Fiestas”, ha destacado Ventura Huertas, concejal de Festejos del Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava.
Noticia publicada en: http://www.oretania.es/region/ciudad-real-region/argamasilla/el-ayuntamiento-de-argamasilla-de-calatrava-reparti-en-torno-a-10-000-raciones-en-la-degustacin-de-platos-tpicos-manchegos-estas-fiestas

11 de septiembre de 2010

Continúan las Fiestas Patronales

Gran éxito de las gachas organizadas por el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava, que continúa de fiestas
Argamasilla de Calatrava continúa sus Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora del Socorro, y en la jornada de ayer los rabaneros lo hicimos degustando unas Gachas organizadas por el Ayuntamiento de la localidad. Los cocineros y cocineras de Argamasilla de Calatrava tenían listas las gachas a las 2 de la tarde, hora en la que la gente comenzo a llegar al Centro Cultural rabanero y junto con un vaso de limonada, disfrutamos de un buen plato de comida típica de la zona en compañía de amigos, vecinos y familiares.
Hoy hemos degustado Caldereta, para la cual el Consistorio rabanero ha dispuesto “trescientos kilos de carne, lo que ha dado para que salgan unos seiscientos kilos de caldereta” y mañaña degustacion de migas, un plato también típico que pondrá el punto y final a estas degustaciones que el Ayuntamiento rabanero ofrece a sus vecinos y visitantes en estas Fiestas Patronales en honor a la Patrona, la Virgen del Socorro.

8 de septiembre de 2010

Fiestas Patronales 2010

Con el chupinazo, corte de la cinta, entrega de premios y el pregón a cargo de Hipólito Calle Soriano "Poli" comenzaron nuestras Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen del Socorro.
El dia 6 al filo de las 21 horas se inauguraron las fiestas patronales de Argamasilla de Calatrava. Se iniciaron con el tradicional chupinazo y el corte de la cinta a cargo de nuestro edil Fernando Calso y distintas autoridades. Se llevo a cabo la entrega de premios a los distintos certámenes y menciones  especiales a personas que han destacado en la cultura como el periodista Manuel Muñoz que recibio el reconocimiento a su treyectoria y vinculación con Argamasilla de Calatrava.



Tras las palabras del alcalde, fue el turno de Hipólito ‘Poli’ Calle, dramaturgo rabanero que dio “las gracias por ofrecerme la oportunidad de dirigirme a vosotros en un día tan señalado como este porque es un honor y un orgullo”. Poli Calle hizo buen alarde de su profesión, de su gran don como escritor, de su gran cultura literaria, y deleitó a los rabaneros presentes y a los foráneos llegados de diferentes puntos de la provincia, con un Pregón digno de admirar. Con gran estilo, calidad literaria, y sobre todo, con mucha originalidad, Calle describió todos los pasos que dio, y quiso dar pero no dio, cuando Fernando Calso le pidió ser el Pregonero de estas Fiestas 2010. Calle pasó del rotundo no a la aceptación de esta ardua tarea que era para él animar a los rabaneros a participar en unas fiestas en las que él “siempre procuré mantener cierta distancia”. Fue entonces cuando, poco a poco, el pasado de Calle le fue viniendo a la memoria, y descubrió que “la respuesta siempre está en los orígenes”, porque “quien ama sus orígenes no puede ni debe ceder con facilidad a la tentación del desarraigo”. Así pues, Poli Calle escribió sobre los orígenes, aquellos que hoy en día siguen cerca de él, su familia; sus padres, esposa, hija… y aquellos que ya no están, como sus abuelos. El rabanero convirtió al final su Pregón en un texto nostálgico, una declaración de agradecimiento a sus padres, y en resumidas cuentas, un giño a su pasado en Argamasilla de Calatrava.
Las fotos han sido publicadas por:
La 1ª por Oretania y la 2ª por rabaneros por el mundo y por Argamasilla. El final de la noticia ha sido publicado en:
http://www.latribunadeciudadreal.net/noticia.cfm/Puertollano/20100908/rabaneros/rinden/fiestas/EDF95C7B-F3FE-3C3C-8A4ED21C776C1636

  

6 de septiembre de 2010

Las treguas de ETA

Las treguas de ETA y su vuelta a las armas
No es la primera vez que ETA habla de no atentar, sus treguas han terminado en una vuelta a las armas. En su historia, la banda terrorista ha asesinado a más de 820 personas.
Julio de 2009. La banda terrorista coloca una bomba lapa en un vehículo de la guardia civil en Calviá, Mallorca. Mueren los agentes Carlos Saenz de Tejada, de 28 años, y su compañero Diego Salva Lezaún de 27. Son las dos últimas victimas de ETA en territorio español. Unos meses después un comando armado asesina a un gendarme francés en la localidad de Danmari Leslis, en las cercanías de París.
Sus criminales andanzas comenzaron el 7 de Junio de 1968. Aquel dia mató al guardia civil de tráfico José Pardines Arcai. Un mes después asesina al comisario de la brigada de lo social en el País Vasco, Melitón Manzanas. Pero su gran golpe llega con el asesinato del Presidente de Gobierno Carrero Blanco que le otorga un sangrienta publicidad internacional. 42 años en los que ETA ha acabado con la vida de 868 personas y ha llevado a cabo 100 secuestros.
Cuatro décadas en las que todos los gobiernos democráticos han negociado con ETA. Desde 1981 con Leopoldo calvo otelo como presidente, hasta las conversaciones en Argel bajo la presidencia de Felipe González. En 1991 representantes del gobierno de José María Aznar se reúnen con la cúpula de ETA en Zurich. Años después Jose Luis Rodriguez Zapatero hace un último intento con el llamado proceso de paz. Todas las negociaciones con ETA y las treguas la banda han fracasado.
Durante los tres primeros meses de este año la policía detuvo a 32 terroristas, y desarticuló la cúpula de ETA en varias ocasiones. En esta situación de debilidad la banda decretó un parón técnico y estratégico. Hoy, pocos meses despues conocemos el anuncio del alto el fuego y el fin de la lucha armada. 
Si quieres ver un video relacionado con el tema, pincha el siguiente enlace:
http://www.antena3.com/noticias/espana/treguas-eta-vuelta-armas_2010090500026.html